Entrevista realizado en la radio pública canadiense, la Canadian Broadcasting Corporation, en su programa Home Run del martes 19 de febrero de 2008 a las 17:10, sobre el tema del mensaje de Fidel Castro difundido el mismo día.
Bernard St-Laurent (BSL): Bueno, Fidel Castro se despidió esta mañana. Lo hizo por medio de una carta de renuncia dirigida al pueblo de Cuba. Tiene 81 años de los cuales pasó 49 años como Presidente de Cuba. En 2006 dejó de ser el centro de atención por motivos de salud. La gente lleva especulando mucho tiempo sobre los cambios que pudieran ocurrir después de la partida de Castro. Arnold August, de Montreal, ha pasado mucho de su tiempo observando y estudiando a Cuba y escribiendo sobre esta nación. Recién llega de su trigésimo quinto viaje a la perla del Caribe. Es un placer extenderle una cordial bienvenida en nuestro estudio; gracias por su visita.
Arnold August (AA): Me complace estar aquí, gracias.
BSL: Así que, ¿cuál fue su primera reacción al escuchar la noticia?
AA: Al escuchar la noticia esta mañana, me dije que se trata de una decisión muy lógica, de una decisión normal. A la vez me fijé que Fidel Castro dijo que continuaría su trabajo, que seguiría escribiendo. De modo que en realidad no se ha despedido; no se ha retirado del todo. Es verdad que, como usted lo dice, el 24 de febrero, una vez constituida la nueva legislatura, no aceptará el cargo de Presidente del Consejo de Estado. Sin embargo, continuará escribiendo sobre temas cubanos e internacionales.
BSL: Pero, ¿qué efecto o cuánta influencia tendrá Castro respecto de Cuba después de haber sido el Presidente Castro?
AA: Pues bien, en cuanto a sus escritos, según charlas sostenidas con oficiales cubanos y gente de la calle, los cubanos sienten un enorme respeto por las opiniones de Fidel Castro sobre Cuba, incluso sobre el futuro de la humanidad –muchos comparten su opinión de que corre peligro. Esto obedece a los problemas ambientales, las agresiones armadas perpetradas por los Estados Unidos. Por añadidura, aun cuando se esté retirando en calidad de [ser] Presidente del Consejo de Estado, me cabe la certeza, conociendo muy bien la cultura política cubana, de que se le consultará respecto de directrices generales importantes para Cuba en la medida en que él pueda hacerlo.
BSL: ¿Qué es lo que ha escuchado decir a los cubanos en la isla el día de hoy?
AA: Antes de venir al estudio hablé con un par de mis colegas que están en La Habana. Les pregunté –– ¿Cómo andan las cosas por allá? Dicen que básicamente todo anda normal en La Habana en estos momentos. Un día normal. Una persona me contó hoy, que ella y sus colegas de trabajo dijeron que la decisión de Fidel es una decisión inteligente, lógica. Sin embargo, dicen que seguramente va a convertirse en alguien de gran utilidad en la medida en que continúa escribiendo sobre diferentes temas relativos a Cuba y a ámbitos internacionales.
BSL: Ahora bien, corríjame si me equivoco, pero me parece que el Presidente Castro dijo que habría necesidad de un período de transición para que los cubanos puedan acostumbrarse a vivir sin él en calidad de presidente.
AA: De hecho, cuando hablé hoy con algunos de mis amigos en La Habana, me dijeron exactamente lo mismo. Tiene usted toda la razón. La necesidad de acostumbrarse a la situación lleva año y medio; desde que Fidel se enfermó y cedió muchas de sus responsabilidades a Raúl Castro y a otros líderes. De manera que esto no constituye un cambio mayor. Una de las personas con quien hablé hoy en La Habana me comentaba que la verdadera conmoción ocurrió hace año y medio cuando Fidel cayó enfermo y no pudo continuar con el desempeño de sus funciones.
No empero, convengo con usted. Este período de “transición” o como guste llamarlo, que usted menciona lleva ya año y medio. Por lo cual hoy, como seguramente mañana y luego el día siguiente, las cosas estarán de lo más normal en La Habana y en toda la isla.
BSL: Ahora bien, recientemente estuvo usted de visita en Cuba para observar las elecciones de la Asamblea Nacional. ¿Qué es lo que más impresión le causó ahí?
AA: ¿Sobre las elecciones?
BSL: Sí.
AA: Lo que más me impresionó es que, considerando el anuncio de interés público pronunciado por Fidel esta mañana, Cuba lleva bastante tiempo trabajando en la regeneración y renovación del elemento humano activo en la Revolución. Una de las cosas que suscitó mi interés sobre los resultados de la elección del 20 de enero de 2008, es que de los nuevos diputados electos, más del 60% nacieron después de 1959, tras el triunfo de la Revolución.
BSL: Bien. Entonces, ¿cómo va a cambiar a Cuba esta nueva generación?
AA: El problema de cambiar las cosas en Cuba, desde luego, reside en la agenda; la cosa ya tiene su tiempo. De manera general, la población está acostumbrada al sistema socialista de allá, a su sistema político. En particular se sienten satisfechos y orgullosos de ser un Estado independiente respecto de los Estados Unidos. Sin embargo, quedan muchos problemas por resolver, especialmente de índole económico en cuanto a vivienda, distribución y disponibilidad de los productos alimenticios y demás. Por consiguiente, los cambios que quieren operar se refieren a las mejoras en estas cuestiones, como la vivienda, la variedad y asequibilidad de productos comestibles, transportes adecuados, pero siempre a partir del contexto de base del sistema socialista y la salvaguarda de su independencia con relación a los Estados Unidos.
BSL: Claro. ¿Podrán continuar mientras Venezuela y el Presidente Chávez les presten apoyo?
AA: Sin lugar a dudas, lo que usted dice es correcto. En particular que las excelentes relaciones económicas y políticas entre Cuba y Venezuela ayudan mucho a Cuba. Pero también son de gran ayuda para Venezuela.
BSL: ¿Debido a que Cuba manda médicos a Venezuela?
AA: Exactamente, y al mismo tiempo le asiste con la educación, ayudando a Venezuela a casi eliminar el analfabetismo y en un período muy corto. Más allá de Venezuela, esta ayuda tan propicia llega también a Bolivia, Ecuador, Nicaragua y a muchos otros países.
BSL: Quería preguntarle, en estos momentos las elecciones presidenciales en los Estados Unidos están siendo el centro de atención. Habrá un nuevo régimen: bien sea McCain, Hillary u Obama. ¿Qué influencia tendrá el nuevo presidente de los Estados Unidos o qué incidencias tendrá un nuevo régimen en Washington sobre las relaciones con Cuba?
AA: Bueno, no quiero ser demasiado pesimista, pero uno tiene que ser realista. En lo relativo a la política para con Cuba, desde 1959 los Republicanos y los Demócratas prácticamente siempre han tenido la misma orientación contra Cuba. Los Demócratas y los Republicanos se han alternado en el poder desde 1959, pero ninguna de estas administraciones se ha movido para levantar el bloqueo económico contra Cuba. Por lo que dudo que haya algún cambio mayor, independientemente de quién salga electo de los dos partidos predominantes.
BSL: ¿Esto lo motiva el peso político que siguen teniendo los cubano-estadounidenses, sobre todo en Miami y el resto de La Florida?
AA: Yo diría que este es una de las principales razones. Muchos cubano-estadounidenses son muy ricos. Todo mundo sabe que, basta con buscar en internet para darse cuenta, en los Estados Unidos la cantidad de dinero que va a los candidatos resulta crucial para hacer que alguien gane en las elecciones. A ver qué cambios traerán, una vez que salgan electos.
BSL: Sr. August, gracias por haber venido y habernos ayudado a comprender.
AA: Es un placer. Espero que ahora las cosas estén un poco más claras. Gracias.
BSL: Arnold August es escritor y vive en Montreal. Es el autor de Democracy in Cuba and the 1997–98 Elections y tiene en puerta una próxima publicación sobre el tema de la democracia cubana.